¿Cada cuánto acudir con mi hijo al dentista?
La frecuencia de las visitas al odontopediatra las define el profesional. Esta depende del tratamiento que requiera cada niño. Unos lo frecuentan cada mes por control de aparatología oral, otros cada dos o tres meses, según el riesgo de caries que tengan y el tratamiento preventivo que necesiten; otros, si están completamente sanos, pueden visitarlo cada seis meses.
La primera visita al odontopediatra
El odontopediatra es el dentista especializado en la atención bucodental de los más pequeños, proporcionando todos los cuidados terapéuticos y preventivos necesarios para mantener y/o mejorar su salud oral, desde que nacen hasta que llegan a la adolescencia.
Este profesional también está capacitado para realizar tratamientos en aquellos pequeños que necesitan una atención clínica diferente, readaptada a alguna discapacidad física, mental o cognitiva.
Un odontopediatra no solo vela por mantener una boca y unos dientes en perfectas condiciones, sino que también por prevenir la aparición o complicación de patologías en la edad adulta.
Tratamientos dentales para niños
Un odontopediatra está capacitado para realizar todo tipo de tratamientos dentales en los niños, tales como:
La caries es la una patología oral muy común en los niños de cualquier edad. Incluso, en los más bebés suele llamarse caries del biberón, porque es causada por el consumo excesivo de bebidas azucaradas en el biberón.
Esta patología se origina gracias a un desequilibrio de minerales que ocurre por la liberación de ácidos que genera la placa bacteriana que no se remueve adecuadamente, ocasionando un daño en las estructuras del diente (esmalte, dentina y pulpa).
El tratamiento para esto son los empastes dentales, cuyo objetivo es reemplazar el tejido dentario que se ha perdido, para devolver la estética y la función.
Tratamientos sencillos como educación en higiene oral, sellado de fisuras, fluorizaciones, limpiezas dentales e identificación y control de factores de riesgo, resultan indispensables para prevenir la aparición de caries y sus complicaciones.
Es muy común que los niños sufran golpes o caídas severas que puedan afectar directamente a los dientes, desde una fractura leve hasta su avulsión (salida completa del hueso). Según la gravedad del trauma, se deben tomar las medidas necesarias y realizar el tratamiento adecuado.
Vigilar el desarrollo de los maxilares y la erupción de los dientes de leche y los definitivos es indispensable para identificar oportunamente cualquier alteración de la mordida. Además, es importante tratar la pérdida prematura de dientes de leche ya que esto favorece las malas posiciones y las maloclusiones. Según la edad en la que esté el niño, se define el tipo de tratamiento, ya sea con ortopedia o con ortodoncia.
En algunas ocasiones, cuando el diente de leche sufre algún traumatismo o no se trata una caries a tiempo, se afecta el nervio, provocando una necrosis pulpar, lo que puede afectar o dificultar la erupción del diente permanente, provocando su anquilosis (que se queda pegada al hueso).
Son variaciones que se dan durante la formación de los dientes en la etapa del embarazo de la madre, las cuales pueden afectar el número, el tamaño y la forma de los dientes. Puede haber anodoncia (no se forma ningún diente), oligodoncia (no se forman algunos dientes), dientes con formas diferentes o con defectos del esmalte como hipoplasia o hipomineralización.
Tratamiento preventivo
Fase 1
Durante el crecimiento de los niños, además de desarrollarse todo su cuerpo, también se desarrollan los maxilares y las demás estructuras faciales. Es muy importante identificar si, durante este proceso, existen alteraciones o diferencias entre el maxilar y la mandíbula, que dan lugar a las maloclusiones. Siempre que esto se identifique, el paciente será candidato a un tratamiento ortodóntico temprano.
El tratamiento preventivo de fase 1 consiste en el uso de aparatología oral, cuya función es prevenir la aparición o corregir alteraciones leves ya presentes, con el fin de desarrollar espacios para los dientes permanentes y controlar el crecimiento de los maxilares, evitando complicaciones y tratamientos más complejos.
Tratamiento preventivo
Fase 2
El tratamiento preventivo de fase 2 requiere de citas periódicas para vigilar y controlar las estructuras dentales y faciales mientras finaliza la erupción de los dientes permanentes. Se hacen correcciones de maloclusiones ya establecidas, como la mordida cruzada, la mordida abierta y alteraciones en el tamaño de los maxilares.
- La salida de los dientes de leche ocurre entre los 4 y los 18 meses de vida
- El primer diente en salir es el incisivo central inferior (el de la mitad de abajo)
- Es más importante el orden que la edad en la que salen los dientes
- La edad promedio de la salida del primer diente permanente es a los 6 años
- Los niños tienen 20 dientes, 10 arriba y 10 abajo
