ODONTOPEDIATRÍA

ODONTOLOGÍA INFANTIL EN SANTA ENGRACIA

Es más importante que los más pequeños acudan a sus revisiones dentales. Desde muy pequeño se pueden corregir problemas bucodentales, que si dejamos pasar más tiempo serán más complejos de tratar.

La primera visita al dentista infantil

En la actualidad se recomienda que la primera visita al odontopediatra se realice cuando el niño cumpla un año y no a los tres, como hace tiempo se sugería por ser este el momento en que ya habían salido los primeros 20 dientes. El motivo es que hay muchos problemas relacionados con la primera dentición que pueden darse a edades muy tempranas, desde la ausencia de dientes, alteraciones de su crecimiento o en el de los maxilares, dientes supernumerarios, etc.

También son numerosas las posibles patologías relacionadas con los cambios de dentición y, además, la visita regular al dentista infantil permite desarrollar de forma eficaz una importante función educativa relativa a la higiene oral.

¿Qué hace el dentista de los niños?

En contra de lo que se pueda penar son muchos los problemas relacionados con la dentición que pueden surgir durante la infancia, algunos de ellos de origen congénito:

  • Caries:Cada vez son más frecuentes los niños que presentan caries en la edad preescolar. Incluso existe la denominación de caries del biberón. Pero en cualquier caso, además de tratarlas adecuadamente y evitar sus posibles complicaciones, es muy importante también la adopción de medidas preventivas para evitarla, incluyendo la identificación de factores que puedan favorecer su aparición, sellado de fisuras o la educación en relación a la nutrición y la higiene dental.
  • Traumatismos:Es muy habitual que un niño sufra la rotura o pérdida completa de algún diente por una caída o un golpe, lo que implica la eventual restauración o, si se han dado las condiciones adecuadas, la reimplantación del diente.
  • Alteraciones en la posición de los dientes y maloclusiones:El odontopediatra explorará los dientes y los maxilares del niño para detectar posibles alteraciones de la mordida que impliquen la necesidad de un tratamiento ortodóncico, en cuyo caso lo derivará al ortodoncista. Y esto es especialmente importante cuando, independientemente de la causa, se produce la pérdida prematura de algún diente temporal, lo que no requerirá el uso de mantenedores de espacio con el fin de que los otros dientes no ocupen el espacio del que se ha perdido.
  • Anquilosis de la pieza temporal:Un diente puede volverse negro por un traumatismo sufrido anteriormente y que provoca la necrosis de la pulpa, dificultando que el diente definitivo pueda erupcionar.
  • Alteraciones congénitas:Pueden afectar al número, tamaño y forma de los dientes, de tal manera que no salga la primera dentición (anodoncia), que en su momento no salgan los dientes definitivos (ablastodoncia), que haya más dientes de los debidos, o que su tamaño sea superior o inferior al normal.

Tratar ahora puede mejorar su sonrisa en el futuro

La primera fase

Los objetivos de la llamada primera fase de tratamiento ortognático son: preservar o crear espacio para los dientes, corregir hábitos dañinos y lograr una buena relación entre los maxilares.

Los niños a veces presentan durante sus inicios problemas en el tamaño de los maxilares durante el crecimiento. Un maxilar superior y una mandíbula inferior que crecen demasiado o que no crecen lo suficiente pueden reconocerse temprano. Si se descubre una diferencia importante entre los maxilares en niños mayores de 6 años serán candidatos para un tratamiento ortodóntico temprano.

Los niños crecen rápidamente, y pueden beneficiarse de un tratamiento preventivo de Fase I, que se realiza con aparatos cuya función será darle espacio a los dientes permanentes en una relación ósea equilibrada.

Esta corrección preventiva podría evitar extracciones de dientes definitivos en el futuro para corregir apiñamientos, o incluso evitar tratamientos quirúrgicos para alinear los maxilares, pues si este tipo de condición no se trata antes de que salgan los dientes permanentes o se complete el crecimiento, podría crearse una diferencia de los huesos demasiado pronunciada para que pueda ser corregida sólo con el uso de aparato de ortodoncia en el futuro.

La segunda fase

Una vez finalizada esta fase de tratamiento, se vigilará muy de cerca el crecimiento y la salida del resto de los dientes permanentes. Es por ello muy importante ser puntual en las citas de vigilancia periódicas, el uso de retenedores nocturnos o mantenedores del espacio que permitan la salida de los dientes definitivos.

En esta fase se trata:

  • Alineación de los dientes
  • se corrigen casos como:
    • Mordida cruzada
    • Mordida abierta
    • Mandíbula pequeña o grande
    • Maxilar pequeño o grande
    • Posición de los dientes

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